A mediados de los 80 me pasaron algunas cosas raras en mi vida. La primera fue aquel llamado para tocar en una banda "de Capital Federal" con musicos profesionales (la Bohemia Jazz Band). De ahi en mas se sucedieron algunas otra mas, extrañas como esta, que algun dia contare aqui seguramente.
Pero una de las mas llamativas fue aquel telegrama (si! uno de papel, de los reales!), que decia algo asi como : "comunicarse con Ignacio Romero TE ........, asunto Porteña Jazz Band".
De repente me sucedio algo de lo que tome conciencia (o no) mucho tiempo despues.
Yo me habia criado escuchando bandas argentinas. Y sobre todo la Porteña, que era, indudablemente, "la mejor". Por ahi habian pasado tipos grosos, como Gandini o el chileno Espinoza. Era, ya en ese momento, una suerte de banda legendaria. Y si.......me invitaban a irme a Buenos Aires para unirme al grupo. No lo podia creer.
Por supuesto, y con toda la inconsciencia encima, me fui. A tocar con ellos. En la banda (que ya no tenia a algunos tipos de los historicos) estaban sin embargo Ubaldo Gonzalez Lanuza (clarinete-saxos, seguramente el que recomendo mi incorporacion), Ignacio Mazzanti (saxos), Freddy Mendez (bateria), y los "dueños" del circo: Tito Romero y Tino Muller (piano y trompeta respectivamente).
El año (creo que 1986) paso rapido. Tocamos en publico mas bien poco, ensayamos mucho, no me quedo ni una misera grabacion de todo aquello. Habia un proyecto de nuevo viaje a Europa, que se concreto, segun me entere, un par de años despues de mi ida.......
Porque me fui. Ya la situacion no daba para mas. La guita no alcanzaba, no sabia que hacer con mi, de nuevo, interrumpida carrera. Y Buenos Aires me estaba empezando a cobrar las cuentas que habitualmente cobra.
En la "huida", me traje una boquilla. Boquilla que Tino me habia prestado con la siguiente condicion: "el dia que te vayas, me la devolves; no me la vas a afanar, eh".
Pero me la traje. Intente, varios años despues, contactarlo para devolversela, pero no pude. Y sobre todo, esa boquilla se habia transformado en "la" boquilla que yo usaba, la mejor que tenia.
Muchos años despues, Juan Ignacio Caino y Jon Seiger invitaron a Tino a tocar con la banda de Jon que yo integro.
Por supuesto, al verlo, la primera exclamacion fue:"ladron, devolveme la boquilla.....". Pero Tino ya no era el de los 80s conmigo, sino que ambos habiamos crecido 20 años, y la situacion se torno mas en una broma constante que en otra cosa.
Tocamos un par de veces y despues no lo volvi a ver mas. Hasta que supe que habia fallecido esta semana que paso. Me llamo Juan Ignacio para contarme. Tambien corrio algun mail de Ferio.
No me gustan los requiems. No estoy de acuerdo con que la muerte "ennoblece y abuena" a la gente. Tino era lo que era. Un cabron insoportable a veces. Tambien el tipo con un sonido que era "la" Porteña, esa que yo soñaba integrar, y en la que pude tocar, aunque mas no sea por un rato. Gente que lo admiraba. Gente que preferia no cruzarlo ni en el mejor de sus dias. Como nos pasa a todos, me parece.
La boquilla, esa, aun sigue dentro del estuche de mi corneta. Los ultimos encuentros con el legitimaron que me la quedara. Creo que nunca se lo agradeci. Creo que nunca me hubiera dejado, argumentando que esa era "su" boquilla y que solo me la habia prestado.
Se hace tarde, me voy a tocar con la banda de Laci. Ese otro que tambien, alguna vez, me presto una corneta para estudiar.
Pero una de las mas llamativas fue aquel telegrama (si! uno de papel, de los reales!), que decia algo asi como : "comunicarse con Ignacio Romero TE ........, asunto Porteña Jazz Band".
De repente me sucedio algo de lo que tome conciencia (o no) mucho tiempo despues.
Yo me habia criado escuchando bandas argentinas. Y sobre todo la Porteña, que era, indudablemente, "la mejor". Por ahi habian pasado tipos grosos, como Gandini o el chileno Espinoza. Era, ya en ese momento, una suerte de banda legendaria. Y si.......me invitaban a irme a Buenos Aires para unirme al grupo. No lo podia creer.
Por supuesto, y con toda la inconsciencia encima, me fui. A tocar con ellos. En la banda (que ya no tenia a algunos tipos de los historicos) estaban sin embargo Ubaldo Gonzalez Lanuza (clarinete-saxos, seguramente el que recomendo mi incorporacion), Ignacio Mazzanti (saxos), Freddy Mendez (bateria), y los "dueños" del circo: Tito Romero y Tino Muller (piano y trompeta respectivamente).
El año (creo que 1986) paso rapido. Tocamos en publico mas bien poco, ensayamos mucho, no me quedo ni una misera grabacion de todo aquello. Habia un proyecto de nuevo viaje a Europa, que se concreto, segun me entere, un par de años despues de mi ida.......
Porque me fui. Ya la situacion no daba para mas. La guita no alcanzaba, no sabia que hacer con mi, de nuevo, interrumpida carrera. Y Buenos Aires me estaba empezando a cobrar las cuentas que habitualmente cobra.
En la "huida", me traje una boquilla. Boquilla que Tino me habia prestado con la siguiente condicion: "el dia que te vayas, me la devolves; no me la vas a afanar, eh".
Pero me la traje. Intente, varios años despues, contactarlo para devolversela, pero no pude. Y sobre todo, esa boquilla se habia transformado en "la" boquilla que yo usaba, la mejor que tenia.
Muchos años despues, Juan Ignacio Caino y Jon Seiger invitaron a Tino a tocar con la banda de Jon que yo integro.
Por supuesto, al verlo, la primera exclamacion fue:"ladron, devolveme la boquilla.....". Pero Tino ya no era el de los 80s conmigo, sino que ambos habiamos crecido 20 años, y la situacion se torno mas en una broma constante que en otra cosa.
Tocamos un par de veces y despues no lo volvi a ver mas. Hasta que supe que habia fallecido esta semana que paso. Me llamo Juan Ignacio para contarme. Tambien corrio algun mail de Ferio.
No me gustan los requiems. No estoy de acuerdo con que la muerte "ennoblece y abuena" a la gente. Tino era lo que era. Un cabron insoportable a veces. Tambien el tipo con un sonido que era "la" Porteña, esa que yo soñaba integrar, y en la que pude tocar, aunque mas no sea por un rato. Gente que lo admiraba. Gente que preferia no cruzarlo ni en el mejor de sus dias. Como nos pasa a todos, me parece.
La boquilla, esa, aun sigue dentro del estuche de mi corneta. Los ultimos encuentros con el legitimaron que me la quedara. Creo que nunca se lo agradeci. Creo que nunca me hubiera dejado, argumentando que esa era "su" boquilla y que solo me la habia prestado.
Se hace tarde, me voy a tocar con la banda de Laci. Ese otro que tambien, alguna vez, me presto una corneta para estudiar.
Pero a el se la devolvi..........