No contento con todas las estreyyaaaass internacionales que he podido ver este año (Madeleine Peyroux, Diana Krall, Norah Jones, Mc Coy Tyner, sumando a Arturo Sandoval a fines del año pasado), me fui a ver un conciertito de Rock.
La historia habia empezado varios dias antes, cuando se anunciaban localidades agotadisimas, posteriormente otra fecha agregada, en la que las localidades tambien se habian agotado algo asi como en seis horas.
De todas maneras, algo marcaba que yo tenia que estar en ese recital. Y conjunciones de planetas varios, hicieron que mi hermano me invitara a una platea VIP GOLD (toma!), fila 16. Y ahi fuimos el jueves 11. Con el y algunos chicos del laburo. Todos a ver a McCartney a los 68 pirulos.
Como me paso con el Luna Park, tampoco conocia la cancha de River (no soy gallina, aclaro). Asi que fue realmente un shock ver la terrible cantidad de gente que se agolpaba para ver a Paul.
Del concierto en si, poco puedo decir. Habia que estar ahi. Emocion, a veces incontenible, al escuchar Yesterday en su version original (si! con la guitarra y las cuerditas nada mas, el tema mas versionado segun el libro Guiness). O Long and winding road. O Let it be. Y bue, todo lo que ya se dijo sobre los dos conciertos en la Argentina. Grandioso, emocionante, arrollador, impresionante.
De mi parte, y como este es un blog de jazz, no puedo evitar la relacion. Al tipo que yo estaba viendo lo tocaron, por ejemplo, Count Basie (Basie's Beatles bag) y lo cantaron gente como Sinatra, Ella, etc. No es un detalle menor. Algo grande debe tener ese señor que se rie en el escenario y hace payasadas entre tema y tema, y que cuando pela repertorio, no hay forma de empardarlo.
Algo que me quedara en la memoria como esas grandes cosas que a uno le pasan en la vida. Esos momentos que en tu historia se cruza con la historia
Fotos, algunas:
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